Todos sabemos lo importantes que somos para las generaciones venideras. Cuando eres pequeño quieres parecerte a tus padres. Y los padres queremos transmitir todo lo que consideramos bueno a los mochuelos; nuestros deseos, aficiones y pasiones.
Me satisface ver a los compañeros entregándose a los pequeños, que les siguen sin vacilar, sabiendo que lo que hace su padre seguro será bueno para él. Al fin y al cabo somos sus héroes.
Pero lo que me da mucha alegría es ver como los no tan pequeños siguen teniendo en sus padres un referente en todos los aspectos. También entendiendo que aquello que hace feliz a su padre y sus colegas del correr es bueno para la salud de los demás.
Desde aquí quiero aprovechar la gran foto de PEDRO para dar las GRACIAS a aquellas personas que nos rodean que también sufren con nuestra pasión. Unas veces con gritos (animando en las carreras) y casi siempre en silencio (cuando nos ven salir por la puerta hacia esos caminos inciertos que vagamos).
También gracias a todos por hacerme ver que lo importante al recorrer los caminos no es la velocidad ni la distancia recorrida, si no la compañía con las que los realizas.
Genial la foto, y genial Pedro. Buena persona, fantástico corredor y seguro que un padre fabuloso. FELICIDADES
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